...leer a veces en voz alta para no sentirse solo.

Siento nostalgia
o tal vez tengo nostalgia.

Lo pasado es un ancho margen
de unas cuantas páginas que se
quedaron esperando un baño
de tinta.

El presente son tal vez
unos pasos incompletos, de luces, líquidos y tactos
que a veces azoran
y a veces celebran sumirse en su falta de camino.

...nostalgia por el tiempo
un tanto gris y café que te fustiga,
te aturde
con el rótulo de futuro:
eco a mal presentimiento.

Nostalgia por la vida, de un lado
y la muerte del otro.
Y nuevamente así, sólo que ahora
la muerte, en su amaño color morado,
pretende agazaparse
por todo el espacio...como un trueno,
como el llanto.

La vida es una fórmula de
amarilla, naranja y rosa
y verde vida, y rojos
y azules pasos y hermosa muerte
de todos toda, como
natural finitud para cada horizonte.


Cuando la nostalgia se
descuida o te deja burlarla
un poco,
vuelves al silencio,
ése que cálido sobrepasa en los días simples
a la trágica rutina.

En silencio escuchas cuando
el cuerpo habla, el aire,
las hojas, la distancia
y el anhelo hablan; anhelo verde y rojo,
anhelo a veces seco, anhelo a veces húmedo.

La distancia llega como un aliento
tibio que roza las ideas y las ramas
de los árboles y las palomas,
y camina sobre un cuerpo que es tuyo
o del cual eres, y esa piel crepitante
y ese cuerpo profundo quieren volar un poco,
quieren volar despiertos.

Las palabras se quedan
a medio camino mientras
los sonidos de la piel
y del mundo avanzan, con colores
inquietos, colores que huelen a deseo,
corriente y futuro.

La esperanza se encuentra
consigo misma en un pasillo
que creyó vacío.


Desechas las lineas rectas,
simplemente no existen.

No existen como verdades fáciles,
aunque ésto no suene más que
a otro clisé.

Nada más perturbador que las
palabras tajantes.


Un piano hay al fondo del viento,
que como presente o menosprecio
puebla el sonido de notas hondas
y otras agudas.


Por qué los seres humanos
persistimos en darnos muerte
de formas tan diversas?...

Tantas formas de matar como
trampas tiene el ingenio,
desde "simples" razgaduras en la piel y
fatuas y cúbicas punzadas
en el pecho,
hasta reformas económicas y
alevosos discursos elevados ante una patria de papel.


Quiero perderme
en el mundo
con un suspiro multicolor,
que no acate el silencio
ni se quite el sombrero...

Quiero volar un poco,
quiero volar despierto.