lunes, 20 de octubre de 2008

Si me animo.

Caminar ya no es lo mismo, porque ya no somos iguales, porque el camino se cierra y se abre a un ritmo que no nos damos cuenta.

Caminar ya no es lo mismo, porque quedarse callado dejó de ser un agravio, porque los ojos se cierran, mas no enmudecen, mientras somos la espera de una palabra.

Caminar ya no es lo mismo, mientras volar no sea el objetivo.

Volar es el objetivo, pero caminar ya no es lo mismo.

Caminar sin pausas, caminar sin ánimos, sin eso que hace que las personas caminen, de aquí hasta siempre, sin su Duende, sin sus piernas, con todo ello.

Oler, qué me dices del Oler cuando no caminas, cuando no significa tanto.

Qué me dices de los Árboles, de estas Letras, qué serán ahora que son otro camino...un punto simple, un par de pómulos que se ríen, unas palabras que bailan, que son tímidas, que son de colores.

Mando todo al abismo, me quito los zapatos, y con la mente descalza le sonrío a una flor, tantas cosas de mí se liberan como pasos doy, son silencios quienes vienen, son silencios quienes van, creo yo que no se ubican, que no encuentran su lugar.

Su lugar yo lo conozco, su lugar es ahora mismo.

Sentir el no deber de buscar ni buscarse en las palabras, sentir la falta de sonido suplida en una sonrisa con un tanto de vergüenza, de decoro.

¡Arriba el sonido del cuerpo, Arriba el sonido del viento! arriba el todo que es diferente en cada ángulo.

Disfrutar simplemente siendo, estando sin prisas, estando con pausas, volver a empezar, porque caminar nunca será lo mismo y no recuerdas cuándo te fue tan plácido ser "tú" un segundo cualquiera.