domingo, 13 de diciembre de 2009

Capas.

La repaso con la vista... la vista, aquella que prescinde de los ojos porque asume en cada palmo del cuerpo la responsabilidad ante el fisgoneo.

Apremio.


Al fondo, línea tras línea de un blanco eterno, más suave y vibrante cada una que la anterior, haciendo imposible siquiera distinguir lo primero de lo segundo, el principio del final.

Blanco sobre Blanco que ansío repasar.


Te veo y pienso que en algún momento del tiempo algún diestro de la mentira decidió encerrar la piel en la costa muda del velo, sin sospechar que éste se allanara al lenguaje como la mariposa al vuelo.


Aspiro a la presencia que está fuera del tiempo y que sólo recuerda el mundo en la línea arrítmica que se va siguiendo gota tras gota sobre el camino del primer estrépito de chispa y sudor que rodeó el cráneo.


Aspiro a la explosión de las partes, al resuello vocabulario del cuerpo, que ruge delicado y fuerte cual viento en las tardes de agosto.


...


La tarde era ya más un augurio azul oscuro de la noche que venía que el portentoso naranja de unos minutos atrás. Caminaba pausada, como a la espera de un argumento que vanidosa la obligara a dejar a un lado el destino y transitar, en un instante irrefutable, por la dulce decisión de la vida.


Es entonces cuando se dibuja con la vista, sintiendo los pasos que se van marcando, sintiendo los hemisferios de su forma, como si un pincel de ligeras cerdas delineara cada tramo, hasta la galería más alta y exquisita del cuerpo, eternidad que, a falta de tiempo, se decide por la concentración explosiva de su humanidad en un minuto de los que vuelan por ahí.



...



Líneas blancas que surgen de la profundidad de sí mismas, consternantes casi.

Sin poder definir cómo tal llegó allí, piensa que no existe inclinación más sincera que el abandono, con el siempre mal disimulado apremio, ante la constancia de las cándidas y suaves punzadas.



...



La sangre, siguiendo la ley líquida que la rige, no conoce de espacios, quizás tan sólo de presencias como aristas calientes.



A veces los reflejos de la luz rápida dan la impresión de que algunos cargar alas a sus espaldas.

sábado, 28 de noviembre de 2009

11 meses.

Parado frente a la pantalla del computador me pregunto por la razón de algunas cosas que para un "analista imparcial" podrían parecer meros desafueros del día a día.

Me sorprendo a mí mismo ahorrándome un discurso y concluyendo de una manera que, si bien no llegue tal vez a llevar por sus líneas a todo aquel que la vea, sí la acojo como la que quiero, produzco y siento:

Sucede que los días se parecen entre sí, caminan uno a uno sin saber siquiera que se llaman `días`; y existe tanto que se queda en el camino bajo la mirada de una u otra fecha. Pero también y por sobre ello, está el espíritu de las cosas, el pedazo de virtud que hay en cada valor humano, eso que hace que las acciones no sean simples formas sino que adquieran sentido.

A veces creo que pongo más palabras de las necesarias, simplemente sos algo así como la virtud que da sustento a que un día sea un poco más que ello; una exploración del por qué de muchas cosas.

El Sino de todos, Sino que te quiero, Juli.


Súper record en tiempo jejeje. Gracias por todo, de verdad, porque, aunque seguimos estando lejos de la realidad, ya lo sabemos; porque, aunque no somos eternos, sí vale explorarnos en un segundo para darnos cuenta de que sólo es necesario un segundo para explotar y Ser, o para conversar y aprender.

Discúlpame lo malo jeje.

Un abrazo grande.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Compañero.

Como que aún no caigo en la cuenta de lo que pasó, como que sigo un poco en el aire.


A veces dicen por ahí que somos muchos, millones, y que por eso somos una sociedad.

A veces dicen por ahí que es difícil la vida, precaria casi y que nuestra sociedad está descompuesta. A veces dicen tantas cosas.

A veces por ahí algunos números te dicen que uno o dos no son tantos, que la vida es dura, que la sociedad descompuesta, que sí que sí y que sí; que la realidad es otra, que las cosas van y vienen, y al fin, que nada, que la nada disfrazada de palabras ciegas, vacías, de cifras sin pudor y de un país de nadie, de absolutamente nadie, donde el futuro se viste de negro y se rotula como apuesta perdida.


Usted, compañero Kike, cree en algo diferente.

Me refiero a usted, lo refiero en presente, porque así tiene que ser: estar aquí, con nosotros, parce, pelao, camarada, cucho, pana, compañero.

Lo recuerdo aquí, porque aquí está; el compañero atrevido que pasa textos de improviso mientras el profe quita la vista, como las clases de francés a las que le metía toda la gana, como los partidos de fútbol con la siempre tarjeta amarilla o roja presente, como el que se disfrazaba de abogado, igual que todos, pero que se la creía como pocos.

Sabe qué parcero, usted sigue siendo un proyecto de vida, porque es con todos nosotros una sola vida que, por más irracionalidad que le quieran imprimir, no la van a poder terminar.

No son uno o dos, no son números silenciosos, la vida somos todos compañero, es el proyecto de sociedad que nos acompañó algunas veces en coloridas conversaciones, una sociedad es la que este imposible que fútilmente nos convoca hoy, sea eso, un imposible, un impensable.

Sigue así, aquí está, porque es tan imposible lo que pasa como que deje de estarlo, como que deje de ser nuestro compañero, el que discutiendo poco da a entender lo mucho que reflexiona, el que dice tanto con esas risas gigantes que anteceden a una frase amable, corta, larga, burlona o cortante, pero siempre amable.

Parce Kike, es tan irracional escuchar que lo reporten como una cifra y que luego nos digan que todo está mejor.

Es algo absurdo, pueril, intentar reducir el dolor de su familia, compañeros, de su novia, de todos en una cifra, Que se diga que todo está bien, que la ciudad avanza, que uno o dos o tres o veintiséis, que fueron los muertos de ese 29 de octubre en Medellín, no son tantos.

Pero sería mucho, muchísimo peor, y quiero creer que comparte conmigo esta idea, salir con algo así como que hasta aquí llegamos; dejarnos de ese fatalismo canalla que a diario nos quieren imprimir, porque sabe qué compañero, aquí nadie, ni usted ni yo ni nadie somos así, fatalistas.


Tantos canales, tanta televisión, tantos periódicos, tantas mentiras, pero, qué fue lo que realmente pasó?

Una calle como muchas de un día como otros en una ciudad que parece acostumbrada a darse la espalda a sí misma y en la que unos disparos no sólo atentaron contra la vida de un joven, sino contra todos: tú que me lees, tú que me escuchas, tú que me ves, tú que estás fuera o dentro de la universidad, o en un semáforo o en el barrio, nos están matando a todos; a las ideas, al futuro, a la universidad, y así debemos asumirlo, como universalidad, con la acción, el empeño y el cariño que lo ameritan, para que al fin dejen de matarnos de a pedacitos, sociedad.


Lejos de toda la rabia contenida por tantos, pero sin prescindir de ella, para usted, compañero Kike, un abrazo con todas esas cosas que quedan en el aire, con todas esas cosas en las que creemos, un abrazo parce con cariño, y aunque en tiempos de infamia y balas las palabras pueden llegar a ser la herramienta más inútil del hombre, seguiremos tomándolas prestadas como caminos de construcción, y es así como acojo una de ellas en el significado más amplio que sé usted le dará: un Abrazo fuerte parcerito amigo Kike, de parte mía y todos un abrazo fuerte, gigante, que ni toda la desidia pueda terminar.




Y HASTA SIEMPRE.

domingo, 4 de octubre de 2009

Diagnóstico.

Fuerza que va de un grado a otro,
fuerza que se contrae.

Viento que pierde su timidez
al contacto con la piel.

Sostén de ideas perdiendo
su foco en una permanencia
color punzante que agota
cada soporte.

Tacto elevado...hace frío.

Son tantas las lineas que en rutas inciertas
acortan el bien habido espacio del no sentir.

DESAHUCIADO.

Respiras, luego te mueves,
el cuerpo es la reacción de una
mecánica constante.

La vida es inevitable consigo misma.

Un segundo observado; una lectura invencible.

El trazo sostenedor del mundo
grita su desistimiento,
se acumulan ansias leves.

Serán los ojos cerrados el mejor reflejo.

Allí está el cuerpo
queriéndose alejar del mandato a levantarse.

Un dolor hondo, excesivamente concentrado;
un pequeño ahogo encerrando cada sílaba.

Sa - Li - Va.

Deploro enterarme de mis amígdalas.


...creo que enfermo un poco.

viernes, 21 de agosto de 2009

Lloro por tus pasos que son de
fuego y de agua y de tierra,
lloro por tu historia que es
mi historia, sólo que en otro día
en otro tiempo en otro espacio,
lloro porque tus manos
son de aguante y de aguante
son tus días, lloro porque la vida
te dio la fuerza y los asesinos
conspicuos te obligaron a la valentía
y porque en la de tantos falta de decisión,
otros elegimos la cobardía.

Lloro porque eres tú y porque soy yo,
porque somos el mismo y nos quieren agazapados.

No creas que lloro por la emoción,
pero tampoco descartes el presagio.

Lloro porque me canso, lloro porque la
vida.


...Canto.

lunes, 13 de julio de 2009

Borrador.

Primero me digo que para que pueda existir tolerancia e inclusión (no la tan despreciable "discriminación positiva"), soberanía personal, social y nacional, el entusiasmo de construir una realidad acorde a las ilusiones y esfuerzos de todos (ese "todos" que nunca llega a serlo, pero que no por ello debemos dejar de insistir en él) es preciso insistir, hacer un llamado a la civilidad, a esa palabra mágica: Civilidad.



Más tarde me digo que ni siquiera sé lo que signifique esa palabra, y que tal vez sea otro de esos términos impuestos, importados para apaciguar un poco la rabia, que es tan nuestra y tan necesaria como el deseo de vida y futuro, frente a realidades tan maltrechas como las personas que las padecen. Y no es malo el que hayan cosas tan terribles, sino el hecho de que pudieran ser profundamente diferentes, porque en Colombia la realidad tendría que caber en lo francamente aceptable, un trasegar amable, cargando a gusto con los problemas propios de cada organización social, para todos sus habitantes.



Renuncio entonces a la Civilidad (más por sospechas frente a quienes suelen usarla que frente a la misma palabra) y me inclino mejor por El Sentir, ése que nos dice que necesitamos algo, nos hace falta un algo que nos han ido quitando, pero que aún lo podemos sentir si dejamos de mirar las propias necesidades y vemos que tal vez las rabias y desencantos que otros nos producen, así como la risa y el amor, obedecen tanto a sus propias necesidades como a sus construcciones.



Creo que si tal vez estuviéramos convencidos de que Nuestro futuro como sociedad depende del sentimiento y la acción de todos, primero en identificar aquello que nos define, el Cómo fuimos y el Cómo somos, para luego destruirnos si así lo creyéramos conveniente y construirnos luego, mirando nuevos puntos, o aquellos que siempre estuvieron allí pero que nos fueron arrancando poco a poco, de manera lenta y sosegada, con palabras como democracia, seguridad y bienestar, formas estas que creo tan plausibles y "perseguibles" como malversadas y desacreditadas por los "representantes de la sociedad".



La sociedad no necesita representantes; donde hay organización no hacen falta los representantes. No necesita instituciones que defender; necesita un tiempo que construir, un tiempo donde construirse.



Constuirse es, digo acá - creo yo, escarbar en el pensamiento, tomar y rechazar formas, dolerse y dejarse llevar por el dolor, levantarse cuando se le supere, si se le supera. Construirse es llevar al máximo las ilusiones, mirar porque el fin de la utopía de hoy sea el inicio de la de mañana, y entender que la peor muerte es la creencia de que se ha llegado a un punto el cual es imposible rebasar.



La muerte es la falta de energía vital, y no es esta la que mueve el cuerpo de aquí para allá y nos deja conversar, les deja a ustedes leer esto y a mí escribirlo, no. la energía vital es la ilusión con la que se hacen las cosas, ilusión de uno, ilusión de muchos, es también la rabia que me causa, por ejemplo, el no ser un hombre de acción, y no acción violenta sino Acción (sin dejar de lado que la violencia es también un método de construcción, evidentemente, pero no siempre).



Creo yo que hay que ser personas de acción, llevar al máximo las expectativas, la ilusión. Hablar es importante, papel, pero lo es más si se hace con otra persona, si creo en ella y creo y cree en mí, para construir un futuro, una nación, un universo de ideas, palabras, edificios, veredas, tiendas medianamente parecido a la Utopía que todos llevamos dentro, y me aventuro de nuevo al "todos" no por pretensión nacida de un análisis que lleve a esta conclusión, análisis que por mi parte no existe, sino porque así creo verlo en cada persona con la que hablo, así sea para "pedirle la hora" mientras va distraído por la calle, o para venderme un dulce en un bus, sé que hay algo más, que esperan algo grande, gigante, de la realidad, ese algo que pese a los golpes no nos han podido arrancar.



No hay mayor trampa ni mayor enemigo a combatir que la falta de entusiasmo, la pereza a ir más allá.





Quiroga.







(te recuerdo vivo)





"Si te quiero es porque sos...

Mi amor, mi cómplice y todo...

Y en la calle, codo a codo...

...somos mucho más que dos"


Mario Benedetti

lunes, 6 de julio de 2009

Cuidad de Nadie.

Ciudad de nadie...vemos pasar la vida como si nada, mientras tantos libertarios(que no muchos sino tantos) mueren mil veces, por las ideas, la libertad y el que podamos decirlo.

No sentirán desvergüenza el compartir humanidad y mundo con tantos como nosotros, muertos más que ellos en nuestra falta de todo, de vida, intento, en nuestro no decir nada, la costumbre diaria de la nada.

Digo y me arrepiento quizás, que nacer en vano es un despropósito, un consumo innecesario de aire y vida.

miércoles, 1 de julio de 2009

Caminaba él distraido

Caminaba él distraido cuando se vio parado frente a un anuncio, un camino de papel que tal vez no estuviera allí.



La desolación:
Va de la mano de sí misma,
pero ten cuidado porque toma
tantas formas como palabras
y miradas le dediques.


La desolación:
Es un dique contenedor que deja pasar las sombras a granel,
tramo a tramo,
ya que domina la escena, ya que ni un solo pilar siente un No que decir pueda.


La desolación:
No la busques en un campo minado ni en una estela vacía de luces;
búscala en una canción
que se repite incesante
y en una mano que escribe para no pensar
y escribir la hace pensar y hay lugares donde pensar es un abismo.


La desolación:
Es una disculpa. Es la mente sabiéndose incapaz de saciar su hambre pero intentándolo consigo misma,
porque hay lugares donde pensar es un abismo,
porque hay lugares que tienen sus propias disculpas,
que queman como palabras prolongadas en el tiempo, sin la finictud de lo
necesario, sin el silencio hecho vida.


La desolación:
Es una mirada. Ahí están los hechos,
no separa de ellos siquiera una ventana,
una razón, porque buscar razones se parece mucho a pensar y hay lugares
donde pensar es inevitablemente un abismo...


Las contradicciones pueblan,
dar solución a una de ellas equivale a crear otras nuevas.
La desolación reina,
el abismo es el frente.


...uno que llama, uno que confunde,
uno que tiene todas las caras, uno que no por mérito propio sino de los suscritos es tan borroso.


Tantos olores que no significan nada,
porque el significado se lo dan los seres...lo ves, allí está, es el abismo.


Tiene una ventaja y es que carece de todo, el abismo.


La desolación:
Hay algunos lugares donde pensar lleva al abismo.


No hay pautas inflexibles; los seres son el contenido.



Siguió él con su camino, siendo lo que era.

martes, 5 de mayo de 2009

Los actos no sólo existen en razón de su ser evidente, externo, sino que son según la motivación, razones o justificación que llevaron a él, tal o cual que se invoque en su desarrollo.

De allí que existan diferentes principios o formas a las que, tal vez sin ser conscientes de ello, se apele a la hora de actuar y así, es diferente decir, por ejemplo, que un acto tiene una justificación ética, siendo la característica de esta el que se trate de buscar el mayor beneficio posible para el entorno o para la persona directamente implicada en dicho actos o los que de él se deriven. Sucede lo mismo, entonces, cuando decimos que un acto es justo.

Justicia es un término que, por su "maleabilidad histórica", carece de un significado concreto, y no sólo varía según la época, sino también según el pensamiento - tipo de - de cada individuo: no siendo justicia lo mismo para unos que para otros.

Tenemos también otro tipo de justificación, cual es la legal. Por la ley se da cabida a muchos actos que quizás sin ella serían de poca aceptación social, logrando entonces librar a los individuos de discusiones que giren en torno a éstos, y es la formulación legal: el suponer que un acto es aconsejable socialmente por el hecho de que tal es muestra de la evolución histórica de la sociedad y las personas individualmente concebidas. Tal es el sustento social de la ley que, como la misma tiranía religiosa, busca que sus rasgos generales, como la economía o la libertad personal y grupal, no sean sometidos a debate.

Suele suceder en la justificación legal el no quepa la pregunta sobre el Bien o el Mal, sobre la Justicia o la Injusticia de los actos, refrendada únicamente en las formas utilizadas, si éstas se ajustan o no a la normatividad por ella misma dada.

De lo anterior se puede deducir que la justificación sobre lo justo no necesariamente debe ir o va de la mano de la legal, o sea, que lo legal no siempre es justo, lo justo no siempre legal y la justicia puede superar las aspiraciones o lineamientos legales.

Por ejemplo, si disparas a alguien que entra a robar a tu casa estarías actuando según te permite la ley, incluso tal acto suele tenerse como "aconsejable" o bien visto socialmente, pero estarás siendo justo?...

Si llevamos el ejemplo a un plano en el que se ponga en discusión el bienestar de más personas, las incongruencias llegarán a ser tanto más evidentes como concurrentes.

Los que entran en juego siempre son los valores que cada quien privilegia según la forma como conciba la vida, los días, las noches y a los demás, de tal manera que una persona para la cual la preponderancia se encuentre en el alcance monetario que pueda tener, llevará su vida según las líneas dadas o que crea precisas para ello, así mismo procederá aquel que crea que lo más importante es el arte, la familia o el espíritu.

Cabe hacer la pregunta sobre qué debe motivar a las personas, sobre si es la ley suficiente o acaso indispensable, o si deben ser principios o razones menos formales (aunque no por ello más difusos), pero con más asidero en consideraciones sobre el bienestar común; porque el bienestar es de tal naturaleza, que si no es común a todos los llamados a él (o sea, a todos) simplemente no existe.

La ley se diferencia de la ética en que esta última no suele (no pretende tal vez) provenir de las consideraciones de los unos hacia los otros, no se positivizan con ésta las razones y búsquedas de un sector determinado de la población, el que hace la ley, para que se aplique sobre el resto (todos), los que no intervienen; porque claro, mientras más personas se constituyan como agentes hacedores de la ley, tanto en sus manifestaciones estrictas como particulares, más podrá decirse que camina esta conforme a la ética.

Pero no sólo es preciso que más y más personas participen en las diferentes manifestaciones que se dan en la construcción y evolución social, normativa, sino que tales tengan los elementos suficientes que hagan de cada una de ellas no sólo un sistema particular y creador, sino indispensable, porque de nada sirve tener espacios de debate si no existen personas que debatan, y no será debate sino aquello que sea con la realidad y con los que en ella se cobijan, uno mismo.

martes, 28 de abril de 2009

Ya no se puede ser nadie, sin que otro alguien crea que nadie es igual a nada y que nada es igual a muerte.

Pensará en otra cosa que no sea el precio de la bala?...
¿Pensará?

domingo, 29 de marzo de 2009

CIudad de nadie o texto que no pasará a mayores.

Insististe, no querías lo que yo, insististe en que te llamara y yo accedí sin gusto, con sarna, ya que para mí no existes, eres la ciudad en la sombra, en la cañería, la ciudad que no es, con tu gente que tampoco llega, y tus árboles y tus flores y tus perros y tus gatos, nada es, sólo el humo, el que transpiras, sudas cada vez que se te viene en gana y parece que todos los días te diera la gana, de tomar cada cosa que podría ser bella y llevarla a lo que tú; a ciudad, humo y mitos que nunca han sido.

Como tú insistes en que eres y, Oh sorpresa, en que además eres libre, cedí con la intención de evitar discusiones sin sentido, sin alma, en llamarte La ciudad de nadie, cuando no sé si acaso comprenderás que no eres de nadie porque simplemente no eres.

A veces me pregunto si serás únicamente tú o todas las de tu clase, meretrices del humo, cobijadas con las luces y la falta de deseo, las luces del sin deseo.

Eres una algarabía sin ideas, sin ideales, careces incluso de fundamento para tu desorden; acompañas de calamidad a tus auto nombradas "Legítimas instituciones", donde tus adalides putitas cobran su salario mensual, sus cuotas de participación, sus pedacitos de ti, burlando la razón por su patriota labor de nada.


Hueles a cianuro.


Tu fuerza pública, cataclisma de la sinagoga caminando de negro, como ocultando algo, hace mucho tiempo que dejó de representar nada bueno, pasable, justificable.

Reclutas a tus jóvenes, nacientes contaminados, a la fuerza de tus cuarteles y el demonio de tus balas, haciendo que caminar por tus calles sea un peligro para la conciencia al tiempo del miserable tributo Morir por la patria.

No tienes fuerza porque ni siquiera eres capaz de convencer sin recurrir a la violencia.

Ves pasar la vida, Reclutas la muerte.

Esa, tu falta de fuerza, no ha sido además nunca pública, porque si de defender intereses generales se tratare todos se habrían ya fusilado, cada uno consigo mismo si acaso así lo encontrasen más atractivo, en su primera y última gran contribución a la social convivencia, dejando ver, si no caigo en equívocos engañosos y tal fuere posible, algún atisbo de razón allá donde parece no quedan más que cascos y birretes verdes.

Hueles a humo, tu sudor y tu aliento es el humo, eso lo sabes, no necesitas que nadie te lo diga.

Peor que todo ello, Oh Medellín, es que por algunos días huelas, sepas, transpires, más allá del corriente de tu siempre rutina, a banquero, a especuladores manchados de faltas, caprichosas mayores del mismo burdel.


Te paso que seas católica hasta para tomar el metro, hasta para tomar un tinto, que a cada hora tengas ese olor maluco que persigue y que en tus calles la Razón parezca cosa de otro espacio, ya que no de otro tiempo ni de otro sitio, te paso ese hecho maligno del destino que te dio como cuna a tal malhechor de tablas sin nombre, de vida sin gustos, de páginas sin colores y democracia sin democracia, sin divergencia, sin opinión.

Pero que te alegres, te "pintoretees" ocultando tus mundos y aquellos a los que no quisiste darles un techo, porque un grupillo de sujetos (Hombres - Mujeres¿?) con corbata y elaboradas recomendaciones económicas de avanzada, que te dicen servirán para "paliar" los efectos de la "crisis" que no tuvieron en bien denunciar, y aunque no hubiera la tal crisis manifiesta del sistema para con sí mismo, que estos ilustres sustentan sobre los brazos de otros, sobre el corazón de nadie.

...que te arrodilles, con tus ojos grandes y hambrientos, como asustadizos, diciendo - Ayúdenme - , ustedes que parece no tuvieran ni idea o no les importara o lo que sea, - Ayúdenme que soy bella, que en mis calles no hay gentes sin calles ni sin techo, miren que soy una "Buena plataforma comercial" y los que aquí habitan gozan de tal manera que ni opinar sobre su situación quisieran o si tal vez podrían. -

Agachas tus ojos y con voz trémula pides "recomendaciones", ya que no tienes gentes ni llamaradas, si acaso clases sociales o drogadictos de las páginas.

En un instante de nutrida devoción casi que podría perdonarte que las luces que de ti emanan hagan que un telescopio sea tan útil en la noche como uno de tus rancios y profesionales políticos para dibujar un futuro, uno medianamente deseable, amable; pero esa capacidad nefasta para imponer unos cuantos tributos de palabras sobre la maltrecha realidad, y ser suma burlesca, taimada y de rodillas dispuestas, capricho que todos quieren tener y no son todos Tus gentes, no señor, sino los ladronzuelos de traje, eso, eso no te lo perdono, tu y Tú Medellín.




Mil palabras dirías y la realidad sería la misma, porque aún no crees, como conjunto, que creer sea necesario.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Lugares sin lugares.

Caminando con la tarde por los pasos que vigilan, no entrando en la noche ni despuntando la mañana, simplemente la tarde.

Será que ello importa a alguien, no lo creo; simplemente es un hecho que se va sucediendo día tras día hasta que termina, de tantas formas termina como de tantas se mantiene.

El césped se vuelve verde cada vez que su cuerpo recibe - ¿grato? - el sol en desvendada y diluvio tras diluvio de cercanía, torrencial la lluvia, jovial la luz., dicen, dicen que de verdad se vuelve verde y que así el jardinero y la niña que camina buscando amor en el olor de las frutas atinan a decir que está bien, que está vivo, creen también - ¿creen? - que quizás no distinga su felicidad porque los constantes no se dilucidan, distinguen, simplemente son.

Es extraño pensar, más aún dejar de hacerlo...pensar en saberse y saberse no ha traído ni traerá nunca nada bueno, lo sé ahora.

Saber?..........si la risa fuera aún risa y no un ensayo entre tantos de una mueca entre tantas yo sería otro y ese otro sería otra verdad.....tal vez.

Al cuánto tiempo de estar muerto olvidas que fue así, que alguna vez estuviste vivo como el césped, esperando con los brazos abiertos que la lluvia llegara y te invitara a dejar de pensar, por un segundo, únicamente un segundo, para luego seguir siendo tú como parte del mundo.

viernes, 13 de marzo de 2009

Cuando uno son muchos...dos no pueden ser más que uno.

Hoy no se trata de decir simplemente lo que va llegando, o de llegar diciendo, del allegado mundo a la allegada mente.....hoy no.


Míralo, ahí va, es ese sentimiento de destierro, el que ahora ves recorriendo los mismos pasos que tantas veces te han pertenecido, saltando de segundo a segundo.

Ese pequeño miedo de estar vivo, mientras Plutón se pregunta por qué no le avisan, si el empleo es suyo y la política roza los caminos que ella misma se ha ido trazando en este país de nadie, de telenovelas y chismes, de justificaciones para lo injustificable y puntapiés de plomo o de palabras tostadas y malolientes para todo el que piense que las cosas no van bien, que las razones abundan para creer que las cosas no van bien y no les da la gana de quedarse callados.

.....es así, como si fuera el mismo tintero del título que nunca llegó a ser, pero que lo fue todo, como sin miramientos ni escrúpulos innecesarios lo dijera Gabriel García Márquez, pasados ya más de treinta años: "País de mierda, país hijueputa"..



tres más tres fue el dictamen...


Cinco más uno vale la voz, siente menos uno que no se atrevieron a más, que nunca serán más, porque así no funciona la cosa, y porque a la Atenea no se le acaba con seis, ni con mil, no señor.


El Hades insiste, se vuelve naturaleza y afina su puntería para degradar a quienes vieron en el inevitable desenlace, un camino transitable de pieles y sonidos nacidos en el frío del frío invento.


Ya no se puede ser nadie, sin que otro alguien crea que nadie es igual a nada y que nada es igual a muerte.


Irrenunciablemente.....con la piel crispada.


La voz.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Rendijas de tiempo y espacio.

A veces, cuando no estás, pienso que la
ausencia no cocina más que ansias sobre
lo que ella es.

A veces, cuando no estás, veo como creces,
porque no estar, no ser, es otra forma de ser,
de llegar y formar parte.

A veces, cuando no estás, pienso que ojalá
no fuera así, que pronto estuvieras
para mirarte diciendo (nos) y colmar así
la ausencia; rellenar con bonos de tiempo
y caminos sin fin la ausencia que me
dice que no estás acá; que no tengo
ni Reno ni Coco.

Me gusta extrañarte. A veces, no
siempre; otras simplemente quisiera
que estés acá.

domingo, 1 de febrero de 2009

Mordiendo...

Una figura de abrir y cerrar la mente, como el desespero, como el delirio…un sueño en bocados, mordeduras., un camino de piel entrelazado ante la vida, ante él mismo, que a tientas se hace suyo.

Una ventisca envuelve calurosa y punzante, va al fin del mundo y eleva tus partes, las separa para crearte; desatas en marea, te vuelves huida y tu piel implosiona, y es la misma definición de lo inefable en dos metros por uno cincuenta.